Existe una gran variedad de opciones para el cultivo de setas en casa. Setas de cardo, las Shitake, las Reishi, las setas ostra, y muchas más. Incluso puedes cultivar champiñones en casa. Sólo hay que tener en cuenta los cuidados oportunos para cualquier cultivo.

Para el cultivo de setas en casa es necesario cumplir con dos fases, primero, la generación de semillas (llamadas micelio o hifas), y luego la obtención de los hongos en si.

Le eliminaremos la dificultad que radica en la producción de las semillas de setas, debido a que requiere procesos delicados de aislamiento, inoculación y propagación, difíciles de realizar, y la alta probabilidad de cometer un error podría frustrarnos.

Para el cultivo de setas en casa

Lo primero que debes hacer es adquirir el Micelio, que es la semilla del hongo, lista para ser cultivada. Necesitarás de 150 a 250 g. para sembrar en 5 Kg de paja.

Adecuar el sustrato

Al preparar el sustrato puedes emplear manojos de paja (rastrojo) de trigo o de cebada, bien seleccionadas, sin ninguna rama podrida. Asegúrate que no fueron sometidas a ningún agente químico, especialmente fungicidas.

Pícalos en trozos  de unos 12cm. Este tamaño es el ideal para evitar que se rompan las bolsas, y para retener la humedad y favorecer el desarrollo del micelio. Luego, remójalos en agua limpia durante 12 horas. Transcurrido ese tiempo, retíralos del agua y procede a pasteurizarlos. Para ello, introdúcelos en agua hirviendo, y déjalos ahí durante 45 minutos. Este proceso elimina por completo cualquier microorganismo, espora de hongo e insectos que pudiera quedar.

Mientras esperas a que se enfríe, deja escurrir por completo, sobre una mesa previamente esterilizada (con una mezcla de 70% alcohol y 30% agua) y así obtienes un sustrato en condiciones óptimas.

Inoculación del micelio (siembra)

Con guantes esterilizados, en un sitio limpio y seco, incorpora de manera uniforme todo el micelio sobre el sustrato. Utiliza bolsas adecuadas para tal fin (nuevas, transparentes y resistentes) y ciérralas.

Un día después realiza pequeños agujeros con un cuchillo estéril. Estos orificios cumplen dos funciones: favorecer la aireación y permitir la salida los hongos. A partir de este momento comienza el proceso de incubación.

Cuidados durante la incubación

Que la bolsa permanezca en la sombra y en un lugar fresco. La temperatura óptima se encuentra entre 15ºC y 28ºC. Fuera de este rango los hongos crecerán, pero lo harán mas lentamente. La humedad es primordial, si vives es una zona  árida, rocíales agua varias veces al día. A los tres días de la siembra verás el micelio, que es una masa blancuzca, alrededor del sustrato.

Durante las próximas tres semanas vigila cualquier anormalidad, como la presencia de bacterias u otros hongos que contamine la cosecha. Retira cualquiera de estos restos, con mucho cuidado, para no dañar el proceso.

Si hay suficiente humedad ambiental, como una bruma perenne, puedes transportarlos a cajas. Incluso a estacas o tallos de árbol, pero si no, es preferible conservarlos en su bolsa y continuar rociándolos para evitar la desecación. 

Los Primordios

De quince a veinte días después de la proliferación del micelio, saldrán pequeñas masas algodonosas. Esta es la etapa inicial de los primordios, que se desarrollarán en protuberancias a los pocos días, para ello es recomendable ensanchar un poco los orificios de la bolsa.

El color de ellos depende de la variedad que uses, los más comunes son blancos, rosa, gris o café..

Cosecha de las setas

Transcurrida una semana del brote de los primordios, ya tienes hongos adultos. No todos maduran al mismo tiempo, así que cosecha con mucho cuidado los que ya tengan un sombrero compacto, y antes de que se enrollen. Para esto, utiliza una navaja esterilizada, y corta de manera limpia el pie del hongo lo más cerca del sustrato. Evita dañarlo, ten precaución y no dejes ningún rastro de hongo para evitar su contaminación. Como vas a seleccionar sólo los maduros, el tiempo de cosecha puede variar de uno a tres días.

Con la higiene y los cuidados ambientales necesarios tendrás otra cosecha aproximadamente dos semanas después.

Gracias a su alta producción, las dos primeras cosechas son las  más importantes, aunque, dependiendo de la calidad del sustrato y la variedad usada, pueden regenerarse hasta cuatro veces.

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