A mediados del siglo XIX, se introdujo en España y el resto de Europa, una plaga que infectó todos los viñedos a su paso, la Filoxera.
Este insecto de nombre Daktulosphaira vitifoliae, perteneciente al orden hemíptera se considera como la plaga más cosmopolita y devastadora de la historia vitícola.
Su dispersión fue muy violenta, y es un claro ejemplo del factor humano en la dispersión de una plaga. Su introducción en Europa desde el continente americano, se debió principalmente al interés de los viticultores por experimentar con nuevas variedades de vid, paradójicamente, buscando escapar de otra plaga: el oídio de la vid.
Ciclo biológico de Filoxera
El ciclo biológico de Filoxera es complejo, especialmente en la vid americana, en donde el insecto realiza el ciclo completo en la parte aérea y en la radicular. En cambio, en la vid europea, únicamente se produce la parte radicular. Además, la especie presenta un marcado polimorfismo, es decir, que existen varias clases de individuos diferentes.
El ciclo completo inicia cuando las hembras sexúparas colocan un huevo, llamado huevo de invierno, sobre las hojas. De este huevo nace una hembra partenogénica (se reproduce sin macho) que se denomina fundadora. Esta hembra pica la hoja y estimula la formación de agallas.
Una vez formadas las agallas, se introduce en ellas y coloca hasta 500 huevos en un mes. Allí nacen las ninfas; una parte se traslada a las raíces (neogallicolas radícolas) y otra parte se traslada a otras hojas (neogallicolas gallícolas) para seguir reproduciéndose.
Las neogallicolas radícolas se instalan en las raíces y producen varias generaciones de hembras (neoradícolas radícolas) hasta el otoño. La mayoría de estas, son hembras sexúparas que propagan la plaga. Otra parte, se reproduce en las hojas afectando la planta hasta el siguiente invierno, cuando mueren.
Las hembras sexúparas, ponen dos clases de huevos, unos grandes que producen machos, y otros pequeños que producen hembras. Estos individuos no tienen aparato bucal, por eso no se alimentan y su única función es reproducirse. Estas hembras colocan el llamado huevo de invierno, para repetir el ciclo.
En la vid europea, la planta no produce agallas y el ciclo del insecto se produce enteramente en las raíces.
Síntomas de plantas afectadas por filoxera
En ambas vides los síntomas son idénticos, exceptuando las agallas, que solo se evidencian en las americanas. La vegetación se hace raquítica, se produce clorosis de las hojas, desecación de las mismas, etc. En las raíces, se produce hipertrofia y aparecen nudos, que traen como consecuencia deformaciones, detención del crecimiento y muerte.
Control de filoxera
En la desesperación por controlar esta plaga durante la llamada «crisis de la filoxera» se probó con muchas mezclas de productos químicos. Sin embargo, el principal producto utilizado fue el sulfuro de carbono, que poseía conocidos efectos insecticidas (especialmente en Francia). Otro producto importante fue el sulfocarbonato de potasio, el cual se obtenía mezclando en agua sulfuro de carbono y de potasio. Este representaba una mejora con respecto al anterior, ya que también fertilizaba el cultivo. Sin embargo, los elevados costos del producto hicieron que su uso se descontinuara rápidamente.
Todos los compuestos que se ensayaron, compartían algunas características: eran costosos, inflamables y podían producir la muerte de la vid.
El método de control más eficiente hasta el momento, es la utilización de injertos para superar la susceptibilidad del cultivo. Se utilizan cepas europeas sobre patrones americanos. Estos, presentan una mayor resistencia a la plaga. Puedes visitar nuestra galería de cepas de vid , donde encontrarás una gran variedad de cultivares a tu disposición.
También se recomienda el uso de insecticida de neem, que se ha probado muy eficaz contra estos difíciles insectos. El producto actúa como regulador de la vida del insecto al interrumpir su ciclo reproductivo. Además, las oviposiciones que logran eclosionar, nunca llegan a su estado adulto, ya que, se bloquea la síntesis de la hormona Ecdysona, que se encarga de regular la metamorfosis de los insectos. Actúa por contacto e ingestión y es un fuerte repelente. También, posee un poderoso disuasor de la alimentación, así es que, los insectos dejan de alimentarse y mueren.
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