Las enfermedades del olivo, así como las de cualquier cultivo, son un problema para el que hay que estar preparados. El olivo, ha sido cultivado desde hace muchos años en el mediterráneo, donde las condiciones son ideales y parecen disminuir el impacto de las enfermedades. Sin embargo, aún en el mediterráneo, es necesario conocer las enfermedades del olivo y, sobre todo, como controlarlas.
Es difícil describir todas las enfermedades que afectan a los olivos, sin embargo, haremos mención de las más importantes.
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Las enfermedades del olivo en las hojas
Repilo
El Repilo, Vivillo o caída de las hojas, probablemente es la enfermedad más común en los olivos de España. Esta enfermedad, causa grandes defoliaciones que debilitan los árboles y le ocasionan pérdidas de hasta un 6%, pudiendo llegar a ser catastróficas, dependiendo de la incidencia. El agente causal es Fusicladium oleagineum, un hongo especifico del olivo que se desarrolla en la cutícula de los tejidos infectados.
Las esporas asexuales o conidias emergen al exterior de las hojas y dan la coloración oscura típica de las lesiones. Este síntoma se puede apreciar en el haz de las hojas, en forma de mancas circulares de color marrón oscuro a negro, generalmente con un halo amarillo. También pueden apreciarse lesiones en lar nervaduras centrales por el envés de las hojas, en el pedúnculo de los frutos y en el mismo olivo. Cuando esto ocurre, se produce la caída del fruto o la deformación del mismo. Para que se produzca la infección, es necesario que haya una lámina de agua o alta humedad en el ambiente durante 1 o 2 días. Con una temperatura óptima para su desarrollo de 15 ºC, aunque puede desarrollarse en un rango de 5-25 ºC.
Aceituna Jabonosa o Antracnosis
Entre las enfermedades del olivo, la antracnosis o aceituna jabonosa, es considerada como la más importante que afecta los frutos. El síntoma más común es el que le atribuye su nombre popular: la podredumbre de aspecto jabonoso en los olivos. Otro síntoma asociado con la antracnosis es la desecación y muerte de las ramas. Además, se produce una pérdida en la calidad directa del aceite obtenido, ya que se producen los <<aceites colorados>>. El género Colletotrichum es responsable por esta enfermedad, siendo los principales patogenos C. gloesporoides, C. acutatum y C. simmondsii. El hongo puede sobrevivir en los frutos infectados que hayan quedado en el árbol, y es dispersado durante la primavera por la lluvia. Esta, transporta los conidios del hongo hasta las flores y olivos en desarrollo. Sin embargo, la infección permanece latente hasta que, en el otoño, las aceitunas comienzan a madurar. Es entonces cuando el hongo causa la pudrición del fruto y desarrolla nuevos conidios para repetir el ciclo.
Fumagina o Negrilla
Es una de las enfermedades más conocidas por los agricultores. Se puede observar la formación de una capa negra superficial, similar al hollín, sobre hojas, ramas, tronco y, algunas veces, en los frutos. Dicha capa negra, es en realidad el micelio y las esporas del hongo saprófito que vive de las sustancias azucaradas producidas por algunos insectos, o por el mismo árbol cuando sufre algún estrés. La fumagina crea una capa que dificulta las funciones fisiológicas de los tejidos afectados, por esta razón, el vigor del olivo disminuye sensiblemente cuando el ataque es intenso. El principal agente causal es el género Capnodium, aunque algunos otros géneros de hongos ascomicetos también pueden ocasionarla.
Se recomienda lavar las partes afectadas de la planta con un producto jabonoso, pero el verdadero control se obtiene con el combate de las plagas del olivo que producen el alimento del hongo. La fumagina puede estar asociada a la presencia de la cochinilla del tizne, áfidos y mosca blanca. En estos casos, se recomienda el uso de insecticidas para su control.
Emplomado y Socarrina
Son enfermedades de menor importancia y escasamente conocidas por los agricultores. Casi siempre, tienden a ser confundidas con otras enfermedades más conocidas. La primera es causada por el hongo Pseudocercospora cladosporioides especifico del olivo, y la segunda por Stictis panizzei.
Enfermedades del olivo en los frutos
Lepra
Es causada por el hongo Phlyctema vagabunda y los síntomas pueden presentarse en aceitunas verdes o maduras. Estos, consisten en lesiones necróticas redondeadas y limitadas por un borde oscuro, que terminan por causar el momificado parcial o total del fruto y su posterior caída. El hongo también infecta hojas y ramas, pero estos ataques son de poca importancia, excepto por contribuir a la supervivencia y multiplicación del hongo. La fase epidémica grave tiene lugar en otoño, con abundantes lluvias y temperaturas suaves.
Escudete
Es una enfermedad de menor importancia, excepto por su influencia en la calidad de la aceituna de verdeo. El nombre de la enfermedad hace referencia al síntoma más característico, que consiste en lesiones necróticas redondeadas, de color pardo, con centro deprimido y borde oscuro. Es causado por el patógeno Botryosphaeria dothidea.
Enfermedades del olivo en ramas y troncos
Chancros de ramas
El sintoma característico de esta enfermedad es la necrosis de los tejidos leñosos en ramas, localizados en zonas concretas. Es causada por varios patógenos, entre los que destacan los hongos Eutypa lata, Phoma incompta, Diplodia sp., Fusicoccum luteum, Neofusicoccum mediterraneum y las bacterias del género Xanthomona.
Caries del tronco
Esta es una enfermedad bien conocida en España y otros países olivareros. Algunos la consideran como la enfermedad más extendida del olivo, debido a que se puede encontrar en casi todos los arboles viejos. El patógeno asociado a esta enfermedad es el hongo Fomes fulvus var. oleae, que origina una podredumbre blanca de la madera, gracias a la degradación inicial de la lignina. La entrada del patógeno ocurre a través de heridas y el desarrollo en el interior de la madera es lento. Se asocia con podas excesivas en los olivos.
Enfermedades del olivo en las raíces
Verticilosis
En la actualidad, la verticilosis es considerada como la enfermedad más importante en este cultivo. El agente causal es el hongo Verticillium dahliae, el cual, se reproduce asexualmente mediante conidios y produce microesclerocios que pueden soportar condiciones ambientales adversas. Gracias a esto, es capaz de permanecer en el suelo durante periodos de más de 10 años. El hongo Verticillum dahliae causa dos síntomas característicos en la plantas, denominados: <<apoplejía>> cuando la muerte es violenta, frecuentemente en otoño e invierno y, <<decaimiento lento>> que ocurre mayormente en primavera, y se caracteriza por la desecación y momificación de las inflorescencias.
Podredumbre de las raíces
La enfermedad es ocasionada por el género Phytohpthora. Se presenta principalmente en suelos mal drenados, donde el patógeno infecta las raíces. El hongo produce necrosis en el tejido cortical y las raíces quedan <<peladas>> o sin corteza.
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