Los viñedos de todo el mundo adolecen de una enfermedad conocida como mildiu de la vid. Esta enfermedad, es causada por el hongo Plasmopara vitícola, y es muy importante ya que puede llegar a ocasionar pérdidas de 50% a 75% de la producción ¡en sola una estación!. Es por ello, que el mildiu de la vid, se considera como una de las principales enfermedades de la vid en todo el mundo.
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Después de su llegada a Europa, a finales del siglo XIX, su propagación fue tan rápida que alcanzó la magnitud de epidemia. De hecho, esta enfermedad casi acaba con la industria vinícola de toda Europa. Pero gracias a ella, surgió el descubrimiento del primer fungicida en 1885: el caldo bordelés.
El caldo bordelés fue el primer fungicida del mundo. Fue inventado en Burdeos, Francia. Es un producto que puede producirse en casa, perfectamente compatible con la agricultura orgánica. Se prepara mezclando Sulfato de cobre e Hidróxido de calcio.
Ciclo biológico del mildiu de la vid
El hongo Plasmopara vitícola desarrolla estructuras de resistencia o supervivencia (oosporas), que pueden permanecer durante años, y también estructuras de reproducción asexual (zoosporas).
Las oosporas, funcionan como estructuras de conservación durante el invierno, cuando las condiciones ambientales son desfavorables para el desarrollo del hongo. Estas estructuras tienen la capacidad de permanecer en las hojas muertas en el suelo, esperando que las condiciones sean óptimas.
Al llegar la primavera, cuando las temperaturas superan los 12º C y las lluvias son de 10mm como mínimo, las oosporas germinan. Los esporangios producidos en la germinación, son dispersados por el viento o la salpicadura de la lluvia. Después de su dispersión, infectan las hojas más cercanas al suelo, penetrando en ellas a través de los estomas.
El micelio del hongo se desarrolla creciendo en los espacios intercelulares de la hoja y al llegar a la parte subestomática, se produce la almohadilla blanca del micelio, que emerge nuevamente a través de los estomas y produce muchas zoosporas.
Las zoosporas se encargan de la infección secundaria, siendo propagadas también por el viento o la salpicadura de lluvia. Estas estructuras, penetran a las hojas a través de los estomas o las lenticelas, y se repite el ciclo, hasta que finalmente se producen las oosporas que permanecerán durante el invierno. Este proceso puede durar entre 5 y 18 días, dependiendo de las condiciones de temperatura y humedad.
Síntomas del mildiu de la vid
Los daños visibles en el viñedo son inconfundibles, y no existe casi ningún margen de error.
En las hojas
Se presenta la famosa <<mancha aceitosa>> en el haz de la hoja –coloración verde pálido-, con la consecuente aparición de una pelusilla blanca en el envés.
Mildiu en Flores y frutos
Los síntomas pueden variar un poco dependiendo del estado fenológico.
Al inicio de la floración –estado l1- el raquis se curva y oscurece. Luego es recubierto por una pelusa blanca, si las condiciones de humedad son favorables. Esto mismo ocurre cuando los racimos están recién cuajados.
En brotes nuevos, tallos y zarcillos, se pueden observar manchas aceitosas con una coloración marrón o café. Pero finalmente se producirá la típica pelusa blanca, si el tiempo es húmedo y cálido.
Cuando los frutos están del tamaño de un guisante –estado k-, y se produce el ataque del mildiu, estos se arrugan y secan.
Daños ocasionados por el mildiu de la vid
Cuando la enfermedad avanza, puede ocasionar la desecación total de las hojas y una defoliación prematura del cultivo. Esto perjudica radicalmente la producción y la calidad de la cosecha, además de afectar la correcta lignificación de los sarmientos –agostamiento-.
Ahora bien, si el ataque se produce en algún momento comprendido entre la floración y el cuajado, ocurre la pérdida total del racimo.
Cómo podemos prevenirla y combatirla.
En general, los síntomas comienzan verse unos 5 días después de ocurrida la infección –dependiendo de la temperatura ambiental-. Por eso, es muy importante prevenir el ataque del hongo para facilitar el combate.
La mejor forma de prevenir la infección del mildiu de la vid, es utilizando variedades resistentes a la enfermedad.
Los genotipos de la especie Vitis riparia, que son altamente resistentes al hongo, son preferibles a genotipos de Vitis viticola, que son altamente susceptibles.
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Sin embargo, cuando ya tenemos un viñedo establecido, no queda mas remedio que combatir la enfermedad. Para esto, es muy eficiente la utilización de oxicloruro de cobre, un fungicida de amplio espectro que controla con facilidad esta enfermedad.
El cobre entra en contacto con el hongo, impidiendo la germinación de las esporas. Posteriormente penetra en las células y ejerce acción fungicida. Además, estimula la producción de fitoalexinas en la planta. Estas le sirven como defensa contra el ataque de enfermedades y plagas.
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