Cuando hablamos de Narciso, generalmente se hace referencia a esas hermosas flores amarillas que muchos jardines tienen en primavera. Aunque los pueden haber de más colores, la mayoría de las especies pertenecientes a esta familia son de este color. Estos se encuentran dentro del grupo de bulbos de otoño, se siembran en esta época para esperar floración en primavera. Lo podemos hacer desde septiembre hasta enero, abarcando también gran parte del invierno. Este es el momento ideal para sembrar tus bulbos de Narciso, te animo a que visites Plantamus y adquieras los tuyos, para tener una hermosa primavera amarilla.
Como plantar un Narciso paso a paso
Preparación de la tierra
En el caso del Narciso, antes de plantar los bulbos necesitaremos preparar la tierra, de este modo aseguraremos el éxito de nuestra siembra. Los bulbos necesitan siempre un buen drenaje, de este modo se evita que el exceso de agua provoque pudriciones. Para darle estas características mezclaremos arena y materia orgánica con la tierra. El producto ideal para garantizar un buen aporte de nutrientes es el sustrato con humus de lombriz.
Siembra tus bulbos en maceta o en el jardín directamente
En el Narciso es indispensable garantizar un lugar que no se encharque. Por esta razón, si vas a sembrar en maceta te sugiero, poner en el fondo una base de dos centímetros de perlita, para garantizar el paso de agua. En seguida añadirás la mezcla de tierra preparada anteriormente y procederás a enterrar tus bulbos. La profundidad debe ser dos o tres veces su tamaño, aproximadamente 12 cm, para garantizar que quede bien rodeado de tierra y evitar que se inclinen en el futuro. En jardín, la distancia entre plantas debe ser de 15 cm y en maceta puede ser un poco menor, cerca de 10 cm. Una vez hecho esto y verificando que hayan quedado bien cubiertos se procederá a hacer un riego de implantación.
Como debes cuidar tus plantas cuando están en crecimiento
Después de tener tus bulbos instalados, el cuidado durante el periodo de espera de floración es mínimo. Hay que tener en cuenta tres factores, la luz, el agua y la altura de la planta. Una vez salgan las puntas se pueden poner a plena luz, en un lugar fresco.
Cuando los hemos ubicado directamente en el jardín, el agua lluvia de meses frescos sera suficiente. En caso de tenerlos en macetas o jardineras, los mantendremos húmedos cuidando de no provocar excesos de agua.
El Narciso puede alcanzar los 40 cm, por eso una vez nuestra planta haya alcanzado unos 20 cm evitarás que se inclinen o caigan poniéndoles un tutor. En casa podemos atarlas a unos palitos de madera, que darán sostén evitando así que las plantas se inclinen.
De todas maneras si el sustrato o el suelo, no tiene mucho nitrógeno, el crecimiento en altura disminuye y con ello las posibilidades de que se caigan con el peso de la flor.
Por tanto, no abones con abonos químicos que tengan un alto contenido en este nutriente. Mejor para abonar la tierra de los narcisos, son los abonos orgánicos y en caso de que prefieras utilizar los químicos fíjate en la composición. Siempre vienen tres cifras que corresponden al nitrógeno, fósforo y potasio, por ejemplo: 8+11+22.
8 sería en nitrógeno, 11 el fósforo y 22 el potasio. La primera cifra, la del nitrógeno procura que sea inferior a 10 y las otras dos, más altas que la primera.
La floración del Narciso
Los narcisos son conocidos por anunciar la llegada de la primavera, ya que son una de las primeras plantas en florecer después del invierno. Si has seguido el paso a paso para la siembra y cuidado de tus bulbos, tendrás hermosas flores amarillas en febrero y marzo.
La duración de su flor es de dos o tres semanas. Es importante que la retires una vez este marchita y dejes solo sus hojas, pues si dejamos que produzca semillas, esto gastará muchos recursos útiles para la floración del siguiente año. En este momento se puede hacer una fertilización con un abono especial para flores, esto hará que el bulbo tome todos estos nutrientes y los guarde en su reserva para las flores del año que viene. Después de mes o mes y medio, podemos retirar la parte vegetativa una vez el bulbo engorde. Lo puedes dejar en tierra o sacarlo y guardarlo en un lugar fresco y seco, para resembrarlo en el otoño siguiente.
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