Hurgando entre las recetas de mi abuelo, me llamó la atención la cantidad de recetas de caracoles que contiene su repertorio.
Pude leer cómo cocinar caracoles de formas muy variadas. Sopa de caracol, caracoles con tomate, y todo tipo de guisados basados en estos moluscos.
¿Por qué comer caracoles?
Como la mayoría de nuestros hábitos, lo que incluimos en la dieta está muy relacionado con nuestra cultura y nuestras costumbres. Si bien me impresionó al principio la gran variedad de recetas de caracoles; lo cierto es que, en España, Francia, Italia, Portugal, y algunos países asiáticos, estos animales constituyen una exquisitez que se exhibe los mejores restaurantes.
También, desde épocas tempranas, es un alimento que ha servido como medio de subsistencia en muchas partes del mundo.
Otro dato interesante es que, en Cantabria, cuando se acerca la Navidad, hacen un evento conocido como La ruta del caracol, en donde todos los restaurantes participantes presentan una o varias especialidades a base de caracoles provenientes de un criadero local.
También, en Zaragoza realizan las Jornadas Caracoleras, con el objetivo de promocionar el uso y consumo de los caracoles de cría. En este evento, que cuenta con la participación de varios restaurantes de la zona, se premia el plato más sabroso, el más clásico y la receta más original.
¿Y por qué no?
La carne de caracol es baja en grasas, contiene alto contenido proteico (entre 12 y 16 %) de gran valor biológico. También contiene minerales como magnesio, potasio, calcio y ―en menor medida―, hierro.
Algunos podrían pensar que se requieren especias para caracoles o hierbas especiales pero la verdad es que puede condimentarse y cocinarse como cualquier otro tipo de carne. Las combinaciones son infinitas y depende de nuestra amplitud gastronómica y creatividad.
Sopa de caracol
Ingredientes:
- 300 ml. de leche de coco.
- 100 gr. de consomé de camarones deshidratados.
- 1 k y ½ de caracoles.
- 2 guindillas.
- 200 gr. de cilantro.
- ½ kilo de verduras varias de tu preferencia.
- 4 bananos verdes.
- ½ kilo de yuca pelada y picada en trozos
- 250 gr. de celery, apio España o cualquier hierba aromática.
- 200 gr. de ajos pelados.
- ½ kilo de zanahoria.
- 150 gr. de cebolla.
- 1 k de patatas.
- 200 gr. de tomates pelados.
- suficiente sal para limpiar los caracoles.
- pimienta molida al gusto
- 3 litros de agua
Como cocinar los caracoles
Puedes partir desde caracoles vivos, adquirirlos muertos o enlatados.
- La mejor opción siempre será comenzar con caracoles vivos, aportarán armonía al plato pues su sabor es más concentrado.
- Deben tener uno o dos días sin comer nada, para que evacuen todo desecho y sus intestinos se encuentren vacíos. Este aspecto es muy importante, ya que la comida de caracol (sobre todo si son silvestres) puede ser indigesta para el ser humano, aunque se someta altas temperaturas.
- Pasado éste tiempo, golpéalos un poco con el mazo, así será más fácil desprenderlos de su piel dura y colócalos en una bolsa de tela o rejilla antes de colocarlos en agua.
- Debes tener paciencia, es importante lavarlos meticulosamente, a veces conservan trozos de concha o algo de tierra. Enjuaga muy bien, hasta que el agua salga cristalina, y deja escurrir.
- Cúbrelos por completo con sal durante 15 minutos luego, lávalos muy bien y así se desprenderán por completo de su baba.
Nota: el caracol muere cuando lo cubrimos de sal, porque este pequeño molusco respira a través de la piel. También necesitan mucha humedad, y la sal absorbe líquidos, por eso, al exponer el caracol durante largo rato a la sal, termina por morir por deshidratación.
Segunda opción
Sumérgelos en una olla de agua fría en la cocina e ir subiendo la temperatura dejaran de generar baba, y no se perjudicará su textura; al hervir ellos comenzaran a sacar las antenas, es el momento de retirarlos del fuego y colocarlos inmediatamente bajo el agua fría, ya que si se cocinan demasiado quedan duros.
- El proceso varía un poco al usarlos muertos, en este caso debes lavarlos con agua caliente y limón, y aplástalos un poco para quitarles la piel dura, enjuaga y escurre.
- Si dispones de poco tiempo utiliza dos latas de caracol, por lo general ya vienen limpios, sólo enjuaga muy bien y escúrrelos.
- Condimenta con sal, un poco de ajo machacado y pimienta. Revuélvelo todo y déjalo así unos minutos.
- Mientras tanto ve licuando cebolla, ajo, tomate, y cualquier hierba aromática que desees agregar.
- Coloca un poco de mantequilla en la olla donde vas a hacer la sopa, y fríelos muy bien, pero sin dejarlos quemar, luego agrega el agua.
- Incorpora la yuca o mandioca y cuando se ablande un poco, agrega el resto de las verduras.
- Agrega poco a poco el caldo deshidratado de camarones, ve probando hasta conseguir un buen sabor no sea muy fuerte.
- Espera a que todas las verduras estén suaves.
- Incorpora la leche de coco sin dejar de mover para que no se CORTE.
- Apaga el fuego e agrega los caracoles, tápalo durante unos siete minutos o menos para que no se pongan duros, sírvelos con una linda decoración de perejil. ¡A comer!
- Otra alternativa, es agregándole una taza de arroz sofrito, antes de colocarle el agua de la sopa de caracol.
A continuación, otra de las recetas de caracoles más fáciles y deliciosas:
Recetas de caracoles con tomate
Ingredientes:
- 1 kg de Caracoles limpios
- 1 cebolla morada
- 6 dientes de ajo
- sal y pimienta al gusto
- 1 pimentón o pimiento
- 2kg Tomate
- Aceite de oliva virgen extra AOVE
Preparación:
- Hervir los caracoles con agua salada y especias de su elección por 40 minutos a una hora.
- Sofreír cebolla, ajo y el pimiento.
- Agregar los tomates previamente hervidos para retirar la piel.
- dejar que se reduzca por espacio de 20 min, o hasta que la salsa espese ¡y a la mesa!, más fácil, imposible.
¿Te atreves con estas recetas de caracoles?
Una de las razones por las que muchos se inhiben de cocinar recetas de caracoles es el tema de la salubridad. Si ese es tu caso, y te preocupan las normas de higiene y seguridad lo mejor será comprar caracoles cultivados, que son criados con una alimentación y condiciones controladas.
Ya sabes, no hay excusa para perderte la experiencia de cocinar alguna de nuestras recetas de caracoles, que son sencillas económicas y seguro te sorprenderás de su sabor. Si ya eres asiduo, pues ánimo, sigue disfrutando de esta alternativa que está en la cúspide de la más fina gastronomía.
Lo más importante es saber limpiarlos y pelarlos…Puedes revisar las recetas de tu abuelo, tal vez te sorprendas. ¡Atrévete y buen provecho!
Plantamus, te acompaña en tu huerto y también en tu cocina.
Me encanta el artículo, sobretodo la receta de la sopa de caracol!