Las enfermedades del cerezo, como ocurre en todos los cultivos, son el principal factor que afecta la producción. La cereza, es muy apreciada en España y su cultivo tiene una gran importancia en zonas como el Valle del Jerte en Extremadura.
En la actualidad, son cultivadas las especies Prunus avium y Prunus cerasum, y algunas hibridaciones entre estas dos, que producen los tipos de cereza ácida.
Enfermedades del cerezo
Agallas de la corona.
Es causada por la bacteria Agrobacterium tumefaciens, el cual, sobrevive en el suelo asociado a la rizósfera de plantas hospederas o en agallas jóvenes que sirven como fuente de inóculo. Es diseminado principalmente por el agua de lluvia y el movimiento del suelo, cuando se prepara para sembrar. La bacteria penetra por las heridas causadas de forma mecánica o por insectos y nemátodos. Después de la infección, se produce una disminución en el crecimiento y vigor de la planta y, se desarrollan agallas y tumores en las raíces y la corona.
Tratamiento: Lo mejor es la prevención. Para eso, se deben tratar las raíces con bactericidas antes de plantar. Desinfectar herramienta antes de usarlas. Inocular Agrobacterium radiobacter raza 84 en el suelo (Agente biológico). Y cuando ya está presente la enfermedad, se debe extirpar completamente las agallas.
Cáncer Bacterial.
Causada por la bacteria Pseudomonas syringae pv. Syringae, la cual ataca la parte aérea de la planta, formando cáncros elípticos sobre el tronco, ramas madres y ramillas. También, produce la necrosis de las ramas o de todo el árbol. Puede apreciarse una goma sobre el tejido cancroso. El patógeno es dispersado principalmente por el agua de lluvia. Penetra en la planta a través de los estomas y las lenticelas, o por heridas que quedan después de la caída de las hojas en otoño. Si el tratamiento no es efectivo, es necesario eliminar las ramas afectadas, o incluso la planta.
Pudrición de cuello y raíces.
Una de las enfermedades del cerezo más conocida por los agricultores, causada por el hongo Phytophtora spp., que se encuentra en el suelo y penetra a través de heridas en las raíces. Después de la infección se puede observar una brotación retardada de las ramas, menor crecimiento y escaso vigor. Además, aparece una clorosis moderada, y posteriormente ocurre la muerte parcial o total de ramas. Otros síntomas que pueden aparecer son la pudrición de los frutos, necrosis y pudrición de raíces, cancros en el cuello y en la corona, escasa formación de raíces secundarias, pudrición radical, ennegrecimiento de la raíz. Para su control, se recomienda el uso de Fosetil-Al en el suelo, y luego, la inoculación de Trichoderma sp., que funciona como agente biológico que inhibe el crecimiento de Phytophtora sp.
Tizón de la flor.
Es causada por Monilinia laxa, que sobrevive en las conidias producidas desde el invierno, hospedándose en frutos y ramas muertas. Puede ser dispersado por el viento y por la salpicadura de lluvias. Al llegar la primavera, el hongo causa el tizón en las flores y continúa propagándose hasta las ramas, produciendo la muerte de estas. Cuando la humedad es alta, se aprecian masas de esporas de color café a gris sobre las flores afectadas. En el caso de los frutos, se forman podredumbres circulares de color café, que se expande rápidamente hasta momificarlo. El uso de fungicidas cúpricos está indicado para su control.
Pudrición o moho gris.
Esta conocida enfermedad que se observa mucho en el cultivo de cerezo, y es causada por el hongo Botrytis cinérea. La dispersión es en forma de conidias a través del viento, y penetra en la planta mediante las heridas. Este hongo afecta principalmente al fruto, provocando una pudrición acuosa. En primavera, puede producir tizón en las flores y una pudrición de color marrón en los frutos. Para su control, se recomienda el uso de fungicidas a base de cobre.
Plateado del cerezo.
Es causada por el hongo Chondrostereum purpureum. Después de la infección se observan las hojas del cerezo de color plateado, con sus bordes curvados para luego necrosarse, morir y caer al suelo. Posteriormente la rama entera comienza a deteriorarse y muere durante la temporada, o en las siguientes, permaneciendo sus hojas plateadas. Es diseminado por el viento y penetra en el árbol a través de las heridas causadas por la poda u otros medios.
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