El nabo ¿de donde viene?
El origen del nabo no está totalmente aclarado, pero o bien proviene de Asia Central o de la misma Europa. La cuestión es que, durante siglos, el nabo ha sido un alimento fundamental para la supervivencia humana.
Su relativa facilidad de cultivo y buena productividad, ha ayudado a evitar más de una hambruna. Hace más de 3.000 años que forma parte de la dieta humana y continuamente, se han ido seleccionando nuevas variedades por las diferentes civilizaciones que lo han consumido.
Hoy vivimos un momento en que muchas personas quieren volver a sentir el placer de cultivar sus propios alimentos. Proliferan los huertos urbanos y algunos hasta se animan a plantar frutos del bosque en la terraza del piso.
El nabo, en todo caso, es una buena opción para iniciarse en la horticultura y si no te convence, en Plantamus encontrarás cientos de variedades de semillas para la huerta. Cuando se te presente alguna duda sobre el huerto, como abonar y con qué, plagas, semillas… pregúntanos!, trataremos de echarte una mano en lo que sepamos.
Hoy en día, es un cultivo que no ocupa mucha superficie en España, unas siete mil hectáreas, con una producción anual cercana a las 80.000 toneladas.
Por qué sembrar nabos en tu huerto.
Esta hortaliza aprovechable por sus raíces y hojas, tiene un montón de virtudes. Como alimento, destaca por su contenido en vitamina C . 100 gramos de nabos, aportan el 22% de nuestras necesidades diarias. También tiene algo de vitaminas del grupo B y un buen contenido en fibra.
Para dietas de adelgazamiento, es un alimento que proporciona pocas calorías y son recomendables antes y durante el embarazo por su alto contenido en folatos.
El elevado contenido en fibra de los nabos es muy interesante para prevenir el extreñimiento.
Como contrapartida, un consumo excesivo, puede provocar gases en algunas personas. Esto es debido al azufre, más abundante en su composición que en otras hortalizas.
Tampoco es conveniente si eres propenso a tener piedras en el riñón. Su riqueza en ácido oxálico hace que éste, se pueda combinar con el calcio, dando lugar a un compuesto que no se disuelve y que se llama oxalato de calcio. Esas arenillas que a veces adquieren un tamaño demasiado grande, dando lugar al temido cólico de riñón.
Si tu tiroides no va bien, debes restringir el consumo de nabos ya que pueden hacer que disminuya el contenido de yodo y por tanto, su buen funcionamiento.
Lo que precisas saber para cultivar el nabo.
Clima
El nabo quiere un clima fresco y con precipitaciones. Lugares con mucho calor no son los adecuados para cultivar nabos.
Suelo
El suelo mejor para los nabos es, ni arcilloso ni arenoso, el término medio es lo ideal. No le gustan muy calizos, ni muy ácidos, el pH óptimo está entre 6 y 7. Suelos muy básicos estropean la calidad del nabo, le dan mal sabor y lo hacen muy fibroso.
Un buen contenido en materia orgánica le favorece, así como una buena capacidad de retención de agua, siempre y cuando no se encharque.
Si no tienes animales, puedes utilizar estiércol en pellets, va fenomenal y mejora mucho cualquier suelo. En Plantamus, lo empleamos en todos los sustratos que fabricamos para el cultivo de nuestras plantas ornamentales en maceta.
Abonado
En caso de que te decantes por un abonado químico, la proporción debe ser 1.1:1:1.8 , que se refiere a los tres nutrientes principales de las plantas: el nitrógeno, fósforo y potasio. Por tanto, es preferible un abono con más potasio que nitrógeno y fósforo.
El nabo, se muestra particularmente sensible a la falta de Boro. Terrenos muy calizos hacen que este elemento sea menos asimilable por la planta con lo que tendrás que utilizar un abono rico en boro.
Como preparamos el suelo
Ten en cuenta que el nabo es una hortaliza con un gran desarrollo de las raíces, por lo que va a necesitar un laboreo que deje la tierra suficientemente mullida.
Lo primero es dar un laboreo profundo, hay que intentar romper el suelo en profundidad. A continuación, se da un pase de fresadora, para que la tierra quede bien desmenuzada. Esto último ya sin necesidad de hacerlo en profundidad. Se trata de crear una capa de tierra en la que las semillas tengan facilidad para germinar.
Que cultivos no deben preceder al nabo y cuales si
En general no debes plantar nabos en un terreno que hayas cultivado justo antes, otras crucíferas como las coliflores, coles de bruselas, coles forrajeras, brécol etc
Hay hortalizas que si que puedes cultivarlas antes que los nabos, son las cebollas, tomates, melones, calabazas…
Sembrado del nabo
Hay dos maneras de sembrar nabos, en linea o a voleo. Cuando se hace en lineas, se separan entre 35 y 40 cm y se echa la semilla a chorrillo. Para la siembra a voleo ya hay que tener bastante práctica. Al ser la semilla de nabo, de pequeño tamaño, se hace bastante difícil no echar de más o de menos por zonas. Una manera de facilitar este tipo de siembra es mezclando la semilla con arena. De este modo, por un lado ves que parte está sembrada y además, lanzas menos semillas de cada vez.
La época de siembra, si se hace para recoger en otoño e invierno, se realiza entre julio y octubre. Si lo que quieres es recolectar tus nabos hacia el verano, tendrás que sembrar entre marzo y abril.
Una vez germinadas las plantitas, se debe hacer un aclareo, dejándolas entre 15 y 25 cm de unas a otras.
Recolección y conservación de los nabos
El cultivo del nabo, dependiendo del clima y de la variedad, dura entre 50 y 100 días. La recolección, normalmente se realiza a mano, pero también se puede hacer con la maquinaria que se emplea para recolectar las zanahorias. La producción estimada para 100 m2 es de unos 250 Kg si las cosas marchan como es debido.
Los nabos de invierno, si tu clima tiene fuertes heladas, deben recolectarse antes de que caigan las heladas más duras. Para conservarlos, puedes meterlos en un lugar fresco y a oscuras, sin lavarlos te durarán más.
Plagas y enfermedades
La pulguilla de los nabos
Si el tiempo está seco, sobre todo cuando las plantitas aún son pequeñas, puede tener lugar el ataque de la pulguilla, un coleóptero cuyas larvas hacen agujeros en las hojas y sus adultos se las llegan a comer enteras, sobre todo las más tiernas. Un riego bien fuerte, puede disminuir los daños y si persiste, entonces hay un montón de insecticidas que controlan perfectamente esta plaga. La piretrina es una buena opción y que además está permitida en agricultura ecológica. Comerás más sano!
Orugas
Seguro que tienes visto unas mariposas blancas como esta o parecidas….
Bacillus thurigensis sería el producto apto para agricultura ecológica que podrías utilizar para combatir estas orugas
Otras plagas que pueden afectar son: Falsa potra de los nabos, Baris, dipteros minadores de varias especies, pulgones y ¡como no! Caracoles y babosas, unas auténticas máquinas comiendo plantas 🙂
Hernia de la col
Es una enfermedad producida por un hongo que se llama Plasmodiophora brassicae. En suelos alcalinos no suele aparecer pero si en los ácidos en la zona norte del país. Afecta a las raíces y a toda la planta en general, provocando amarilleamiento y reducción del crecimiento.
Mildiu
Peronospora brassicae, hace que salgan unas manchas amarillentas en el borde de la parte de arriba de las hojas. Al mismo tiempo, por la parte inferior se observa un micelio de color grisáceo. El Cobre como preventivo es suficiente para evitar esta enfermedad de los nabos
Otras enfermedades son la Phoma lingam, Rhizoctonia y Roya blanca
Comprar semillas de nabo. Variedades
En nuestro vivero online tenemos un importante apartado dedicado a las semillas, tanto para el huerto como semillas de flores, árboles, aromáticas, germinados etc
Si accedes a a través de estos enlaces verás cada una de las variedades de nabos que tenemos disponibles:
Semilla ecológica de nabos virtudes
Y no hemos hablado de los grelos o nabizas que también son nabos, pero como lo que se utiliza de ellos, son fundamentalmente las hojas, los trataremos en otro artículo.
Receta con nabo crudo
Los nabos se pueden comer de muchas maneras, una de ellas es en crudo que es como conserva la totalidad de sus vitaminas.
Esta receta con nabos es muy fácil y rápida de hacer:
Primero cortas el nabo en rodajas y añades sal, pimienta negra y curry en polvo.
Los metes en un tazón y los rocías con abundante zumo de limón recién exprimido. Dale unas vueltas
Ahora los dejas unos 10 minutos macerando (si es en verano mételo en la nevera).
Pruebas y corriges de sal si te quedo soso.
Un poco de perejil fresco por encima y a comer. Conviene no dejarlo demasiado tiempo en el zumo de limón, para que no le quite su sabor.
Hola:
Estaba interesado en semillas de nabos GIGANTES,no forrajeros.
¿Me pueden informar?
as@sariegologistica.com
Saludos y gracias,
Alvaro Sariego
Buenos días Álvaro, siento indicarle de que actualmente no disponemos de nabos gigantes no forrajeros. Si dispondríamos de otras variedades de nabos que puedes consultar en nuestra tienda online en la categoría de semillas hortícolas de raíz. Muchas gracias por su consulta y un saludo!